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Las opiniones expresadas en este artículo son únicamente del(a) autor(a) y no reflejan las opiniones y creencias de Microjuris o sus afiliados.
Por Liza M. Rivera Figueroa, JD, BBA, Law Clerk
Enfrentar la reválida es un reto único y exigente. Recuerdo la ansiedad al acercarse el examen, las dudas sobre si estaba haciendo lo correcto y la presión de no fallar en un momento crucial. Los días de aislamiento, las largas horas de estudio y la incertidumbre se sentían como una montaña rusa emocional.
Superar este reto ha sido una de las experiencias más importantes de mi vida. Con el tiempo, me doy cuenta de que conocer ciertos enfoques me hubiera ayudado mucho. Por eso, quiero compartir algunos puntos clave para enfrentar este reto, con la esperanza de que mis experiencias sirvan de guía y motivación.
La confianza y la consistencia en tu preparación son fundamentales. Decidí adoptar la idea de que el examen evaluaría exactamente el material que estaba estudiando. Me convencí de que el estudio me daría las respuestas. Aunque es natural sentir miedo y dudas, es crucial recordar que las preguntas del examen evalúan el material que hemos estudiado y reforzado. Toda la dedicación y esfuerzo están diseñados para equiparnos con el conocimiento necesario. Es importante cambiar el miedo a lo desconocido por la confianza en nuestra preparación.
Es esencial escuchar y aprender de las experiencias de los demás sin compararse directamente. Observar los métodos y estrategias de otros puede ser útil si adaptamos esas técnicas a nuestras necesidades. Recuerdo mis primeros meses en la Escuela de Derecho; identifiqué compañeros extraordinarios, cada uno brillando con su propia inteligencia. Decidí observarlos y aplicar estrategias que podrían ser de ayuda. Esta misma estrategia la utilicé durante mi proceso de reválida. Hablé con varias personas, mostrándome interesada en sus procesos de estudio. Adapté lo que me beneficiaría, y mis resultados son gracias a este ejercicio. Por eso, recomiendo aprender de los demás, adaptar lo útil y mantener la confianza en tu propio proceso.
Desde el comienzo de mi preparación, escuchaba sobre la importancia de practicar. Pensé ingenuamente que sería sencillo hasta que me enfrenté a mis propias dudas. En mi primera ronda de estudio, no entendía nada y tenía un miedo irracional a practicar porque pensaba que sería una señal de fracaso. Creía que debía saberlo todo antes de practicar, pero la verdad es que nunca vas a saberlo todo. El temor a practicar me hacía sentir insegura. Pero hoy, atribuyo mi éxito a lo mucho que practiqué, a pesar de estar en las primeras etapas de estudio. Dejar de lado ese miedo me permitió enfrentarme a mis debilidades y aprender de mis errores. Practicar me permitió evaluar mi propio conocimiento antes de que la Junta Examinadora lo hiciera, y conforme avanzaba comprendí cómo identificar mis fallos, lo que fortaleció mi confianza. Practiquen sin miedo a equivocarse. Enfrentarnos a nuestros propios miedos es el primer paso y quizás uno de los más definitivos en este proceso.
Las notas durante tus años en Derecho son reflejo de tu dedicación y compromiso, pero principalmente, de tus circunstancias personales. Hay demasiados factores que inciden en el promedio final de cada persona. Durante los años de estudio, es inevitable pensar que solo los estudiantes con buenas notas lograrán pasar la reválida. En realidad, la reválida mide tu capacidad para aplicar el conocimiento legal de manera práctica, no solo tu inteligencia académica. La clave está en la perseverancia, la práctica y la estrategia, especialmente la confianza en ti mismo, que pueden ser tan importantes, si no más, que el intelecto puro.
5. Mantén una perspectiva realista y entiende que cada persona tiene su propio ritmo y camino hacia el éxito
En varias ocasiones me sentí desanimada y cuestioné si realmente podía alcanzar mi meta de convertirme en licenciada. A pesar de ser mi primera vez, sentía que me faltaba la confianza que veía en otros. Al compartir mis experiencias, comprendí que estos sentimientos son normales y pude utilizarlos para fortalecer mi mentalidad y seguridad.
No pasar la reválida en uno o varios intentos no significa que hayamos tomado una decisión equivocada, ni que carezcamos de la capacidad para triunfar. El fracaso no define nuestro futuro; más bien, es una oportunidad para aprender y fortalecer nuestras habilidades, demostrando nuestra resiliencia y determinación. Muchos abogados exitosos no lograron pasarla en su primer intento, lo que subraya que el fracaso inicial no define nuestra capacidad ni nuestro futuro en la profesión. Cada viaje es único y tus metas son solo tuyas. Confía en tu proceso y en tu preparación, y sé amable contigo mismo durante los momentos de duda. Cree en ti mismo, mantén la confianza y enfrenta cada desafío con la convicción de que puedes lograrlo.
¡Tienes lo necesario para alcanzar tu sueño!
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