» Ir al portal nuevo de Microjuris OK
El Tribunal Supremo de Estados Unidos determinó que una comisión estatal de derechos civiles violó la protección constitucional a la libertad de religión, al decidir en contra de Jack Phillips, un repostero que se negó a crear un bizcocho para una pareja gay.
La decisión estuvo a cargo del juez Anthony M. Kennedy, quien escribió para la mayoría de 7 jueces, puntualizando que la Comisión de Derechos Civiles de Colorado, que atendió el caso, no actuó con neutralidad al atender la controversia.
«La consideración neutral y respetuosa a la que Phillips tenía derecho se vio comprometida aquí. El tratamiento de su caso por parte de la Comisión de Derechos Civiles tiene algunos elementos de una hostilidad clara e inadmisible hacia las sinceras creencias religiosas que motivaron su objeción», escribió Kennedy.
El caso Masterpiece Cakeshop v. Colorado Civil Rights Commission, Núm. 16-111, surgió de un breve encuentro en 2012, entre Phillips y una pareja homosexual, David Mullins y Charlie Craig, que visitaron su panadería, Masterpiece Cakeshop, en Lakewood, Colorado. Los dos hombres iban a casarse y buscaban un bizcocho de bodas para su recepción en el estado.
Phillips se negó a preparar el bizcocho, diciendo que no usaría su talento para transmitir un mensaje de apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo, pues ello iba contra de su creencia religiosa. Mullins y Craig se sintieron humillados por la negativa de Phillips a servirles, y presentaron una querella ante la Comisión de Derechos Civiles, alegando que Phillips había violado una ley estatal que prohíbe el discrimen por orientación sexual.
Mullins y Craig ganaron ante la Comisión de Derechos Civiles de Colorado y en los tribunales estatales.
Según The New York Times, el Tribunal de Apelaciones de Colorado dictaminó que los derechos de libertad de expresión de Phillips no habían sido violados, y señaló que la pareja no había discutido el diseño del bizcocho antes de que Phillips los rechazara. El Tribunal agregó que las personas que verían el bizcocho no entenderían que Phillips favorecía el matrimonio entre personas del mismo sexo y que este era libre de comunicar lo que quisiera sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo en otros entornos.
Una de las grandes sorpresas de este caso fue que el Tribunal no entró en la controversia sobre si el repostero podía o no negarse a confeccionar un bizcocho para una pareja homosexual, amparándose en su derecho constitucional a la libertad de religión. Sobre ese aspecto, la mayoría del Tribunal se limitó a confirmar su posición sobre la importancia de la protección de los derechos de las personas homosexuales y dejó abiertas las posibilidades, de que otros casos, con controversias similares, pudiesen decidirse de forma distinta.
En cambio, se centró en lo que dijo eran fallas en los procedimientos ante la Comisión de Derechos Civiles de Colorado. Kennedy resaltó que los miembros de la comisión, habían actuado con «hostilidad clara e inadmisible» a las creencias religiosas sinceras.
Según la opinión, un comisionado en particular se pasó de la raya al decir que «la religión y la libertad religiosa se han utilizado para justificar todo tipo de discriminación a lo largo de la historia, ya sea la esclavitud o el Holocausto».
«Este sentimiento es inapropiado para una comisión comprometida con la solemne responsabilidad de aplicar de manera justa y neutral la ley de Colorado contra el discrimen», reza la opinión.
El Juez Presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., y los jueces Stephen G. Breyer, Samuel A. Alito Jr., Elena Kagan y Neil M. Gorsuch se unieron a la opinión mayoritaria. El juez Clarence Thomas votó con la mayoría, pero habría elaborado más.
La jueza Ruth Bader Ginsburg disintió de la decisión del tribunal, en una opinión a la que solo se unió la jueza Sonia Sotomayor. Bader Ginsburg enfatizó que «hay mucho en la opinión del Tribunal con lo que estoy de acuerdo», pero agregó que no estaba de acuerdo con la idea de que una pareja del mismo sexo «debería perder este caso». En particular argumentó que ni las declaraciones de los comisionados sobre la religión, ni el trato dispar de la Comisión a otros reposteros que se negaron a hacer bizcochos con mensajes en desaprobación al matrimonio entre personas del mismo sexo justificaban un fallo a favor de Phillips.
En contraposición a las expresiones de Phillips, la jueza Bader Ginsburg dijo que algunos comentarios aislados no eran suficientes para justificar un fallo a favor de Phillips. «¿Qué prejuicio infectó las determinaciones de los adjudicadores en el caso antes y después de la comisión?», preguntó Ginsburg. «El Tribunal no dice», contestó.