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Por Perla del Mar Rodríguez Fernández
No estoy segura si puede servir como un repaso para la reválida de derecho general, pero definitivamente la serie de 10 episodios, The Lincoln Lawyer, que está disponible en la plataforma Netflix, es excelente para repasar e incluso entender por primera vez conceptos básicos del derecho constitucional o de evidencia.
Ojo. Si no han visto la serie y no quieren adelantos o spoilers, no lea esta reseña. Pero tampoco se asuste, nos concentraremos en los primeros cinco episodios. No más.
La primera lección fue cuando la jueza presidenta Mary Holder tiene una conversación con Mickey Haller el abogado potagonista—mejor conocido como Lincoln Lawyer (porque siempre trabajaba desde su autos de lujo de marca Lincoln). Le dice que Jerry Vincent quien antes era fiscal y luego «se cambió de bando» para ser un abogado de defensa (es muy gracioso escuchar y ver todas las referencias a su «cambio de bando») fue asesinado y le dejó su bufete, incluída la representación legal de Trevor Elliot.
La jueza le pregunta si ha escuchado del caso de Trevor, y Haller le contesta que sí, que es el caso del empresario de videojuegos que asesinó a su esposa y al entrenador de Yoga.
La jueza presidenta le responde con un rotundo «allegedly» o presuntamente.
Primera lección: Las personas son inocentes hasta que se pruebe lo contrario.
Podemos ver una discusión sobre el privilegio de la relación abogado-cliente cuando Haller corrió al antiguo bufete de Vincent, mientras la policía indagaba cada esquina de la firma en busca de evidencia que esclareciera la muerte del abogado.
Al llegar, el agente principal del caso —Raymond Griggs— le dice que tendrá que venir mañana porque el espacio está cerrado por ser la escena del crimen. Haller le contesta que la escena del crimen es el estacionamiento y le aclara que en la oficina hay documentos sobre clientes que necesita y debe salvaguardar. El agente les ordena que se vaya y Haller le explica que tiene una orden de la jueza Holder donde establece que está remplazando a Vincent en todos sus casos. Eso significaba que los antiguos casos y clientes de Vincent ahora eran sus casos y clientes, y que el policía no tenía derecho a ir sobre los documentos o informes sobre los clientes, porque eso era parte de información directamente relacionada al privilegio abogado-cliente.
¿Pero qué es el privilegio abogado-cliente? Significa que la comunicación entre una abogada o un abogado y su cliente será confidencial cuando se trate de alguna gestión profesional, basada en la confianza de que no será divulgada a terceras personas, salvo a aquellas que sea necesario para llevar a efecto los propósitos de la comunicación.
Este privilegio, según la Regla 503 de Evidencia, puede ser invocado por quien lo posee (la persona cliente), por una persona autorizada a invocarlo en beneficio de la persona cliente, o por la abogada o el abogado a quien la comunicación fue hecha si lo invoca a nombre de y para beneficio de quien es cliente.
¿Qué otras comunicaciones están protegidas o gozan de privilegios legales? Existe las siguientes:
Marque aquí y vaya al Capítulo V para conocer más sobre los privilegios legales.
En el primer capítulo, el policía le responde que Vincent fue asesinado y que el motivo puede estar en alguno de los documentos que el agente y sus policías están revisando en el bufete. Haller vuelve a explicarle que la escena del crimen está en el estacionamiento y que ningún juez o jueza en Los Ángeles extendería la «escena del crimen» a la oficina y los documentos del bufete de Vincent.
¿Ustedes vieron eso último? Hemos vuelto a la clase de procesal penal de la Escuela o Facultad de Derecho.
En primera, la orden de allanamiento o registro tiene que ser clara en su alcance. La Regla 231 de Procedimiento Criminal explica que este tipo de órdenes «nombrarán o describirán con particularidad la persona o el lugar a ser registrado y las cosas o propiedad a ocuparse». Pero por lo poco que podemos ver en la serie, da la impresión que el agente no tenía una orden de allanamiento o registro sobre la oficina y, simplemente, estaba tratando de extender lo que significaba la «escena del crimen» a la oficina.
En este tipo de casos, la persona agraviada por un allanamiento o registro ilegal puede solicitar, según la Regla 234 de Procedimiento Criminal, que no se considere cualquier evidencia obtenida en virtud del allanamiento o registro.
El fiscal en el caso de Trevor —Jeff Golantz— abrió la puerta a una prórroga en el caso «para evitar que el acusado alegara una asistencia legal ineficaz porque su abogado no estaba preparado».
El primer canon de ética profesional establece la «Responsabilidad del Abogado de Laborar Porque Toda Persona Tenga Representación Legal Adecuada: Servicios Legales a Personas Indigentes». Es decir, que toda abogada o abogado tiene la «obligación fundamental de […] luchar continuamente para garantizar que toda persona tenga acceso a la representación capacitada, íntegra y diligente de un miembro de la profesión legal».
De acuerdo con el canon, toda abogada o abogado «debe aceptar y llevar a cabo toda encomienda razonable de rendir servicios legales gratuitos a indigentes, especialmente en lo que se refiere a la defensa de acusados y a la representación legal de personas insolventes».
La ausencia de compensación económica en tales casos no releva al abogado o abogada de su obligación de prestar servicios legales competentes, diligentes y entusiastas. También es obligación del abogado o abogada ayudar a establecer medios apropiados para suministrar servicios legales adecuados a todas las personas que no pueden pagarlos.
Esta obligación incluye la de apoyar los programas existentes y la de contribuir positivamente a extenderlos y mejorarlos.
Cuando Lorna Crain, que es la exesposa de Hallen y ahora su asistente legal, recibía la visita de quien fue la paralegal de Vincent, le explicó que quizás la «bala mágica» que tenía bajo la manga el abogado —y de la que le habló el abogado antes de ser asesinado— era una «defensa de culpabilidad de tercero» en el caso de Trevor.
Entonces, Lorna explica que una defensa de culpabilidad de tercero es «cuando señalamos el dedo a otra persona», como por ejemplo, que en realidad el objetivo era el instructor de Yoga de la esposa de Trevor. Por eso, Lorna estaba observando a todas las otras clientes de yoga y cruzándolo con los estados de cuenta bancarios del instructor.
Mmmm. Esta parte está buenísima. Pero tienen que ver la serie. No lo podemos contar todo. Pero les adelanto que está en la segunda mitad del capítulo cinco.
En uno de los episodios, mientras Haller hablaba con su hija, Hayley, le explicó que cree «que en nuestro sistema, todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Y cuando el Estado te persiga, pues… Cuentas conmigo».
En otro capítulo, Trevor, la persona acusada, le pidió a nuestro Lincoln Lawyer que fuera un abogado que le devolviera su libertad y su nombre también. Le preguntó si podía ser ese abogado. Pero Haller le respondió que no, que él lo que aspira es a un «no culpable, no a una declaración de inocencia, porque las cortes no funcionan de esa forma».
Aunque en esta ocasión hablamos de la serie, considera ver la película The Lincoln Lawyer (2011).