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El Tribunal Supremo de los Estados Unidos decidió esta semana que un oficial de la policía puede detener un auto basado en una interpretación errónea de la ley, y que ello no signifique que ha violado la Cuarta Enmienda. La decisión se dividió en ocho votos a favor y uno en contra.
El caso surgió de un incidente en que se detuvo un auto en Carolina del Norte, basado en que tenía una luz de los frenos averiada. No obstante, la ley del estado requería que debía estar funcionando al menos una de las luces que señalan cuando el carro se detiene, lo que el carro tenía.
En la opinión escrita por el juez John G. Roberts Jr., el Tribunal Supremo federal determinó que el policía cometió un error razonable y que no se violó la prohibición de la Cuarta Enmienda sobre registros y allanamientos irrazonables en la intervención.
Durante el incidente en cuestión, el sargento Matt Darisse detuvo el carro propiedad de Nicholas B. Heien, quien al momento de la intervención se encontraba durmiendo en la parte trasera del carro mientras un amigo conducía. Heien consintió que el sargento registrara el carro y el oficial encontró una bolsa que contenía cocaína.
El dueño del carro fue acusado por intentar traficar drogas, desafiando posteriormente dicha determinación por razón de que su detención fue una violación de la Cuarta Enmienda. Un Tribunal de Apelaciones estuvo de acuerdo con las alegaciones de Heien, basando su decisión en una interpretación de la ley de tránsito del estado, de que sólo se exige al menos una luz que marque los frenos. La interpretación no fue impugnada pues el caso fue rápidamente apelado. El Tribunal Supremo de Carolina del Norte posteriormente revocó la decisión, determinando que fue un error razonable del sargento. El Tribunal Supremo de los Estados Unidos estuvo de acuerdo con dicha decisión.
Lea la decisión: Heien v. North Carolina, No. 13-604
El juez Roberts anotó que los registros y allanamientos pueden estar basados en un malentendido razonable por parte de la policía. Roberts señaló que ese razonamiento aplica a interpretaciones erróneas de la ley. El magistrado explicó que la decisión del Tribunal no desalienta a los oficiales de que aprendan acerca de la ley porque solo errores objetivos y razonables son permitidos.
"Un oficial de la policía no puede obtener ventajas de la Cuarta Enmienda a través de un estudio descuidado de las leyes que está obligado a hacer cumplir", reza la opinión.
Por su parte, la juez Elena Kagan se unió al voto de la mayoría pero redactó ademas una opinión concurrente, a la que se unió la jueza Ruth Bader Ginsburg. Kagan enfatizó que esa ley en cuestión "plantea un cuestionamiento difícil de interpretación y que la decisión que tomó en aquel entonces el sargento Darisse, aunque reprensible tiene mucho que recomendar".
La juez Sonia Sotomayor discrepó. Esta expresó que la decisión del tribunal lo que supone es una erosión más profunda de las protecciones a la libertades civiles que propone la Cuarta Enmienda en un contexto en el que la protección ya se ha desgastado. El enfoque de la mayoría también, dijo, contribuirá a promover desconfianza entre los ciudadanos y la policía. Si se da a los agentes de policía margen para interpretar la ley, «¿qué podría hacer un ciudadano que busca ser respetuoso de la ley, que ahora debe de estructurar su conducta para evitar estos encuentros invasivos, aterradoras y humillantes?», escribió Sotomayor.
El Presidente del Tribunal Supremo admitió que la decisión, a primera instancia, entra en conflicto con la disposición de que «la ignorancia de la ley no es excusa para violarla».
«Así como una persona generalmente no puede eludir su responsabilidad penal basado en una comprensión errónea de la ley», escribió Roberts, «así tampoco el gobierno puede exigir responsabilidad penal basado en una comprensión errónea de la ley».