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Por: Lcda. Goshua M. Rijos Carrasco

¿Qué hacer cuando no es viable continuar en una relación matrimonial? ¿Cómo divorciarse causando el menor daño posible para los cónyuges y su familia?

Veamos.

Tomar la decisión de divorciarse puede ser un proceso complejo y cargado de emociones. Esto independientemente de la duración de la relación matrimonial. Sin embargo, existen recursos legales disponibles que pueden facilitar el proceso si las partes cumplen con los requisitos establecidos por ley.

El Código Civil de Puerto Rico del 2020, en su artículo 423, establece que la disolución del matrimonio por divorcio puede declararse mediante sentencia judicial o a través de escritura pública. Esto implica que, las partes tienen la libertad de decidir si presentan una petición de divorcio ante el Tribunal o si prefieren realizar el trámite del divorcio ante un notario o notaria.

¿Cuáles son algunos de los beneficios del divorcio en sede notarial?

El divorcio en sede notarial se caracteriza por ser un proceso no contencioso, en el que las partes acuerdan disolver el matrimonio ante una notaria o notario, quien funge un rol imparcial. El divorcio en sede notarial le provee a las partes un espacio seguro, confidencial y sin la necesidad de acudir ante el Tribunal. Además, no es necesario que las partes realicen la revisión y firma del documento en el mismo momento, es decir, basta con que ambos firmen la escritura pública el mismo día señalado para el otorgamiento.

Es importante señalar que, los cónyuges pueden seleccionar una de las dos causales de divorcio provistas por el Código Civil de Puerto Rico del 2020, entiéndase: ruptura irreparable del vínculo matrimonial o consentimiento mutuo. Los requisitos para completar el divorcio en sede notarial varían dependiendo de la causal que aplique al caso en particular.

¿Qué aspectos debe considerar sobre el divorcio en sede notarial?

A continuación, cuatro aspectos que deben considerar las partes si interesan tramitar su divorcio ante un notario o notaria:

1. Requisito de residencia

El Código Civil de Puerto Rico del 2020, en el artículo 473, establece que, al momento de otorgar la escritura pública, al menos uno de los cónyuges debe haber residido en Puerto Rico durante el año inmediatamente anterior.

2. Consentimiento informado

Las partes deben haber reflexionado sobre su decisión de divorciarse y prestar su consentimiento libre y voluntariamente para tramitar el divorcio en sede notarial. Esto implica que deben estar dispuestos a participar del proceso, proveer información, así como los documentos solicitados por el o la notaria; y a realizar la revisión y firma de la escritura pública.

3. Efecto inmediato del divorcio

A diferencia del divorcio mediante petición al Tribunal, el otorgamiento de la escritura de divorcio produce la disolución inmediata del vínculo matrimonial. Por tanto, una vez que se autorice el documento público, la disolución del matrimonio es válida y efectiva desde ese momento. Sin embargo, será válida ante terceros desde la inscripción de la escritura de divorcio ante el Registro Demográfico. Este requisito debe ser completado por el notario o notaria dentro de los diez días siguientes al otorgamiento.

4. Jurisdicción exclusiva del Tribunal en caso de incapacidad

Un aspecto sumamente importante para determinar la viabilidad del divorcio en sede notarial es evaluar la capacidad legal de los cónyuges y determinar si hubiera alguna persona incapacitada involucrada en el proceso de divorcio. Esto incluye tanto a los cónyuges, como a menores de edad procreados durante la relación matrimonial. El Código Civil de Puerto Rico del 2020 dispone en su artículo 475 que, "en todo caso en que haya incapacitados, el divorcio no puede ser otorgado mediante escritura pública y será atendido en el tribunal.

A pesar de las complejidades que conlleva el divorcio, existen opciones para facilitar el proceso. Divorciarse en un ambiente no contencioso es posible. El divorcio en sede notarial es una opción para los cónyuges que actuando de buena fe desean completar el proceso de manera rápida, económica y causando el menor daño posible para su familia.

La información legal compartida no sustituye ni constituye asesoría legal ni establece una relación abogada-cliente. Se recomienda que solicite una consulta legal con un notario o notaria para evaluar su necesidad y que reciba asesoría legal aplicada a su situación particular.

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