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Más de 200 jueces del país llevan semanas con una doble tarea. Por un lado, el mantener el balance de la justicia en los tribunales del país. Por el otro, tratan de dirimir las controversias del proceso que sacude al país cada cuatro años: las elecciones generales.
Ese delicado equilibrio no es solo por disposición de la Ley Electoral, sino que es una responsabilidad asignada en el Canon 22 de Ética Judicial, que dispone lo siguiente: «Las juezas y los jueces desempeñarán las funciones electorales que les sean asignadas por ley, libres de influencias político-partidistas. En el ejercicio de tales funciones, cumplirán con los Cánones de Ética Judicial».
A solicitud de Microjuris, dos jueces explicaron el rol de la judicatura en el proceso electoral del país.
El juez Ángel Pagán Ocasio, quien inició la entrevista subrayando que hablaba en su carácter personal y no del Poder Judicial, indicó que antes de ser miembro del Tribunal de Apelaciones fue presidente de numerosas comisiones electorales locales.
«La última elección que yo trabajé estuve 28 horas, desde las 5 de la mañana del evento electoral hasta las 8 de la mañana del día posterior, porque era como le dije, a palito y a las 2 de la mañana nos llegó el barrio más grande de Vega Baja con un problema en los cuadres, que nada fue un error matemático.", dijo el juez Pagán Ocasio.
Otros jueces en esta elección ya han tenido largas jornadas de trabajo y aún faltan varios días para las elecciones que es el evento principal, explicó Pagán Ocasio. «Mis compañeros jueces y juezas han tenido jornadas intensas. Han trabajado algunos hasta las dos de la mañana. En el voto a domicilio», sostuvo.
El juez comentó que el rol de los jueces en las 114 comisiones electorales locales del país es resolver las controversias electorales en las que no hay unanimidad entre los comisionados locales que representan a cada partido inscrito. Detalló que, en cada periodo eleccionario, el Poder Judicial usa un mecanismo estilo tómbola para que al azar se designen dos jueces para cada una de esas. Es decir, 228 jueces del Tribunal de Primera Instancia. La cantidad de jueces asignados a tareas electorales es más del doble de todos los jueces del Tribunal de Primera Instancia, que cuenta con unas 338 plazas, según el último anuario estadístico del Poder Judicial.
Estas tareas electorales no eximen a los jueces de sus otras responsabilidades, dijo el juez Pagán Ocasio. El magistrado citó la parte final del Canon 22: «El desempeño de funciones electorales no releva a las juezas y a los jueces del cumplimiento de sus deberes judiciales y administrativos en la sala a la que estén asignados, ni de cualquier otra responsabilidad hacia el Poder Judicial».
Las decisiones en las que interviene el juez como presidente local puede ser impugnada al pleno de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), en Hato Rey, en donde los comisionados electorales que encabezan cada partido evalúan la situación. Si estos no toman una decisión unánime, el asunto pasa a la consideración del presidente o presidenta que también es integrante de la judicatura. La decisión de la presidencia puede ser llevada al Tribunal de Primera Instancia de San Juan, donde hay dos jueces designados -también al azar- para atender estas controversias, en lo que se conoce como revisión electoral.
La labor de los jueces no se limita a resolver controversias. También tienen que estar desde temprano en gestiones como esperar el material electoral, en ver la salida de los camiones y atender otros asuntos, cuya intensidad aumenta según se acercan las elecciones generales. Por ejemplo, el domingo se votaba en las cárceles y el sábado comenzaba el escrutinio del voto adelantado. «Yo tengo una compañera que tiene casi 7 mil votos a domicilio», indicó.
Todos los jueces reciben adiestramientos en derecho electoral y los que están asignados a las comisiones electorales han tenido adiestramientos recientes, capacitaciones en la que participan funcionarios de la CEE.
Añadió que los jueces llevan en «comisión permanente» desde el día antes que comenzara el voto a domicilio que fue el miércoles, 23 de octubre, y que no pueden recesar como comisión permanente hasta el día de las elecciones.
Esto sin dejar de ser jueces de los miles de casos penales y civiles que se presentan anualmente en Puerto Rico. «El pueblo debe entender la posición extrema de los jueces y juezas que participan del proceso electoral. No solo atienden sus funciones judiciales sino que tienen que atender sus salas», sostuvo el juez Pagán Ocasio.
No obstante, aclaró que si el juez tiene un rol de presidente de comisión local no puede intervenir en la comisión de delitos que ocurra en medio del proceso electoral. Los restantes jueces del país asumirán el rol de atender esas posibles querellas que surjan relacionadas con asuntos penales, como posibles delitos electorales.
Aunque se ha discutido en el pasado la idea de sacar a los jueces de estas funciones electorales, Pagán Ocasio dijo que se ha entendido que el rol del juez es importante para dar mayor confiabilidad al proceso dado a que la judicatura sigue siendo la institución en la que más confianza hay dentro de la ciudadanía.
Entrevistado por separado, el juez presidente de la Asociación Puertorriqueña de la Judicatura, Carlos Salgado Schwarz, indicó que la participación de los jueces de primera instancia en estos procesos electorales es parte de sus funciones judiciales.
Seleccionados de forma aleatoria, los jueces no solo intervienen en los momentos en que no hay unanimidad entre los comisionados electorales. El rol se extiende a procesos de recusación de electores. En estos casos el que recusa debe presentar su evidencia y el recusado también puede presentar su prueba en contrario.
Sin embargo, los jueces y las juezas ejercen otras funciones.
«Tienen a su cargo el abrir la Junta de Inscripción. Tiene a su cargo al momento de llegada de los camiones con los maletines, certificar el recibo de los maletines», dijo el juez.
Según Salgado Schwarz, la participación del juez imparte una garantía de «pureza en los procedimientos».
«La rama judicial, yo siempre digo que el color nuestro es el negro, de nuestra toga. Tenemos que ser el ente imparcial cuando hay funcionarios de distintos partidos», sostuvo.
Añadió que los jueces no necesariamente presiden comisiones electorales en las regiones judiciales en las que son jueces. «En una ocasión, cuando fui juez de primera instancia, yo presidí una JIP en Juana Díaz y cuando me trasladaron a Bayamón, yo me mantuve presidiendo la junta de Juana Díaz hasta que se hizo una nueva tómbola», aseguró Salgado Schwarz.