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El efecto de la orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (ICC, en inglés) en contra del presidente ruso Vladimir Putin por crímenes asociados a la guerra en Ucrania es «simbólico» o de «proyección pública», según conocedores de temas internacionales consultados.
El viernes 17 de marzo, según surge del portal del ICC, fue acusado Vladimir Vladimirovich Putin por, presidente de la Federación Rusa, por presuntamente ser responsable de deportación ilegal de niños y del traslado ilegal de niños.
Además de Putin, por estos mismos cargos, fue acusada Maria Alekseyevna Lvova Belova, comisionada de asuntos de la niñez de ese país.
«Los incidentes identificados por mi oficina incluyen la deportación de al menos cientos de niños sacados de orfanatos y hogares de cuidado infantil. Muchos de estos niños, afirmamos, han sido dados en adopción en la Federación de Rusia. La ley se modificó en la Federación de Rusia, a través de decretos presidenciales emitidos por el presidente Putin, para acelerar la concesión de la ciudadanía rusa, facilitando su adopción por las familias rusas», dijo el fiscal asignado al caso, Karim A. A. Khan KC en declaraciones escritas.
El fiscal agregó que este caso es el primero, pero dejó la puerta a otras acusaciones porque hay múltiples investigaciones relacionadas a Ucrania, que describió como «una escena de crimen».
El Tribunal Penal Internacional se estableció en 2002 conforme el mandato del llamado Estatuto de Roma, que no es otra cosa que un tratado multilateral que cuenta con cerca de 123 estados contratantes y que le concede jurisdicción para investigar, encausar y adjudicar acusaciones sobre la comisión de delitos tan macabros como el genocidio (exterminio de una raza, etnia o pueblo), crímenes de lesa humanidad (asesinato, secuestro, agresión sexual, esclavitud), y crímenes de guerra en violación de los Convenios de Ginebra, explico el doctor Rafael Cox Alomar, catedrático de derecho de la Escuela de Derecho David A. Clarke de la Universidad del Distrito de Columbia.
«La jurisdicción del Tribunal Penal Internacional no es universal y se limita a la investigación, acusación y adjudicación de delitos perpetrados por nacionales de un estado contratante dentro del territorio nacional de uno de sus estados contratantes o de un país que aunque no haya firmado el Estatuto de Roma ha consentido a la jurisdicción del Tribunal o en situaciones en donde el propio Consejo de Seguridad de Naciones Unidas le haga un referido», dijo el profesor.
Aclaró que Rusia y Ucrania no son firmantes del «Estatuto de Roma», y tampoco el asunto ha sido referido al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al que pertenece la Federación Rusa.
«Rusia argumentará que las acciones de sus nacionales en Ucrania tampoco caen bajo la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, y que la corte no tiene jurisdicción sobre el presidente ruso a quien también le asiste inmunidad como jefe de un estado soberano», sostuvo Cox Alomar.
«Me parece que su efecto (de la orden de arresto) es más simbólico que práctico. No solo porque el Tribunal Penal Internacional ha tenido muy poco éxito en el procesamiento de sus acusados, sino porque es un imposible pensar que la Interpol o cualquier otro cuerpo policial podrá diligenciar el arresto del hombre que tiene en sus manos el control del arsenal nuclear más grande del planeta».
Mientras, entrevistado por separado, el expresidente del Colegio de Abogados y Abogadas de Puerto Rico, Alejandro Torres Rivera, dijo que el Tribunal Penal Internacional es un foro creado al amparo de la Organización de Naciones Unidas, y requiere sometimiento de las partes a la jurisdicción voluntaria para que sus determinaciones sean vinculantes a las partes concernidas, por lo que ha habido numerosas órdenes en el pasado contra otras figuras internacionales que no han tenido consecuencias reales.
En este caso concreto, para que la orden de arresto contra Putin tenga efecto, el mandatario ruso tendría que someterse a la jurisdicción de ese foro. «Eso no va a ocurrir», sostuvo Torres Rivera.
Agregó el también profesor en temas laborales que mientras este foro internacional anuncia estas acusaciones, en Rusia hay un proceso judicial abierto diferente, en el que le imputan al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky crímenes cometidos contra la población de origen ruso que vive en zonas de conflicto como Donetsk y Lugansk, que han proclamado separarse de Ucrania y expresado interés en unirse a la Federación Rusa, como ocurrió la década pasada con el área de la Península de Crimea.
«Son movimientos que se hacen por proyección pública. Cada parte está jugando su juego sabiendo que es inconsecuente», dijo Torres Rivera.
«Para que sean consecuentes como Nuremberg (los juicios contra los nazis) o Tokio por los crímenes de guerra que se cometieron con Japón, todas las partes deben estar de acuerdo, como en el Consejo de Seguridad (de la Organización de Naciones Unidas, de donde Rusia es uno de los cinco miembros permanentes) y eso no va a ocurrir. Además de que China no va a estar a favor de un procesamiento contra Rusia y China es también parte del Consejo de Seguridad», sostuvo Torres Rivera.
De hecho, hoy trascendía que el presidente chino, Xi Jinping, iniciaba una visita de Estado de tres días a Rusia y entre las primeras gestiones del líder chino se encontraba una reunión con Putin, celebrada hoy temprano ante la prensa internacional.
Asimismo, sobre el delito imputado, deportación de niños, el profesor dijo que no está clara la certeza de los hechos imputados, como si los menores son en realidad de origen ruso.
Sobre el conflicto, que ya lleva más de un año, Torres Rivera reiteró sus expresiones pasadas de que se trata de un conflicto convencional porque aún no se han usado armas nucleares, provocado por la posibilidad de que Ucrania se uniera a la Organización del Tratado del Atlántico Norte colocando a rivales militares de Rusia justo en sus fronteras.
Torres Rivera agregó que se trata de un conflicto en el que en realidad Ucrania es una especie de justificación. «Yo sigo sosteniendo que es una guerra entre la federación rusa y la alianza que representan la Unión Europa y Estados Unidos, dentro del marco de la OTAN, pero se está librando en territorio ucraniano. Ucrania aporta el área del conflicto y la mayoría de las bajas».
Reconoció que la operación militar, que Rusia originalmente identificada como una de defensa «se ha salido de las manos por el apoyo de la OTAN y la alianza militar que representa» lo que ha conllevado que se haya triplicado la presencia militar en el territorio.
Respecto al estado actual del conflicto ruso ucraniano, Cox Alomar entiende que se encuentran en la antesala a un nuevo intento de negociación que podría desembocar en una tensa paz a ser negociada por Estados Unidos y la OTAN, de un lado, y Rusia y China del otro.
Pero, esa paz podría vincularse a otro conflicto, un poco más al este del planeta. «Ojo: el verdadero adversario de Occidente no es Rusia sino China. Y el fin de este conflicto podría desatar el comienzo del próximo, cuyo foco ya no será Ucrania sino Taiwán y lo que ella representa», sostuvo Cox Alomar.